El equipo de Diego Pablo Simeone realizó un partido sobrio y sólido, mostrándose como un equipo sin fisuras y que obtuvo el justo premio a su trabajo con una victoria importante y en un escenario muy complicado, el Sánchez Pizjuán. El gol de Falcao en el minuto 75 sentenció a un Sevilla que se estrelló, una y otra vez, con la zaga rojiblanca capitaneada por un inconmensurable Courtois.

El Atlético de Madrid salió al césped del Sánchez Pizjuán convencido de lo que tenía que hacer. Era vital conseguir un triunfo antes de recibir al Real Madrid en el derbi el próximo sábado. Y los discípulos de Diego Pablo Simeone se mostraron como lo que son, un conjunto sólido en defensa y muy peligroso de medio campo hacia delante.

El Sevilla salió con un 3-4-3, aunque en defensa se convertía en un 5-3-2, ya que Coke y Alberto Moreno tenían la misión de subir en ataque y ayudar en defensa cuando lo requería la ocasión. Con estas premisas empezó un partido trepidante, que no iba a dar respiro ni a unos ni a otros. Mucha tensión por lo mucho que se jugaban, sobre todo los andaluces, a quienes una derrota les podía alejar más de la lucha por Europa.

Lo cierto es que el inicio fue fulgurante, con una primera oportunidad para el Atlético de Madrid en las botas de Mario Suárez en el minuto 5, tras una jugada que había fabricado Falcao y en la que también participó Cristian Rodríguez dentro del área. Tardó un cuarto de hora en reaccionar el Sevilla, siendo Negredo el que se revolvió dentro del área para enviar un disparo alto con la derecha.

Los hispalenses fueron los que tenían más el control del esférico en la primera mitad, pero cada vez que el Atlético cogía el esférico era sinónimo de peligro. Los blancos, sin embargo, fueron los que dispusieron de una nueva oportunidad con un disparo de Reyes que se fue desviado a la media hora de juego.

Tras el descanso, el Sevilla no quería perder tiempo en inquietar a Courtois y tardó dos minutos en tener su primera ocasión de la segunda mitad, pero Coke cabeceó y el meta belga realizó una soberbia intervención echando el cerrojo a su meta. Se pasó esa jugada de peligro y se pudo ver que el Atlético iba a ser otro muy distinto al de la primera mitad, con mayor control del balón y más sensación de que el partido podía decantarse de su lado.

Los sevillistas habían centrado su batalla en Diego Costa, buscándole siempre para que entrara en una guerra absurda y que terminó con una tarjeta para el brasileño que es la quinta del ciclo. Una tarjeta que no mereció porque no había hecho ni falta al jugador sevillista. Pero el que manda es el árbitro y decidió mostrar la cartulina al jugador rojiblanco.

Falcao avisó en el minuto 61 con un cabezazo que se perdió rozando el poste derecho de la meta de Beto. Justo después fue cuando Simeone dio entrada, primero a Raúl García y después a Adrián, dos jugadores fundamentales en la fabricación del gol de Falcao. El asturiano centró al interior del área y el navarro enganchó un disparo cruzado que el colombiano desvió lo justo para que el balón entrada pegado al poste derecho. Un gol que valía su peso en oro. Los rojiblancos habían trabajado lo suyo para ponerse por delante con un partido muy serio, pero quedaba por delante un cuarto de hora de muchísima intensidad.

El Sevilla tenía que ‘quemar sus naves’ y en la recta final del partido tuvo cuatro oportunidades de gol pero en tres de ellas los de Emery se toparon con el líder del Trofeo Zamora, Courtois, que detuvo dos remates de Kondogbia y uno de Negredo. La última del partido, a balón parado, en una falta directa, la tuvo Rakitic pero el balón se estrelló en el travesaño. Victoria importante de un Atlético de Madrid que sigue sumando y que está más cerca de su objetivo de la Champions con esos 68 puntos. El sábado, derbi en el Calderón a tres puntos del segundo, el Real Madrid.